ARISTÓTELES (384 – 321 A. DE C.)

Aristóteles

Cuando Platón muere deja en la Academia un puñado de jóvenes de gran talento. Entre ellos destaca Aristóteles. Tiene 37 años de los cuales, los últimos 20 los ha pasado en la Academia, primero como discípulo, después como maestro. Se dice que Aristóteles fue alumno de la Academia pero no discípulo de Platón porque ya en vida del maestro trató de oponerse a muchas de sus teorías. Cuenta la leyenda que Platón en una ocasión comentó: “Aristóteles nos tira coces como los potrillos a sus madres”, a lo que Aristóteles contestó: “Soy amigo de Platón, pero más amigo soy de la verdad”. El caso es que a la muerte del maestro, Aristóteles debía sentirse el legítimo continuador de Platón en la dirección de la institución y grande debió ser su sorpresa al descubrir que éste había legado el cargo a su sobrino Espeusipo, hijo de su hermana, académico menos importante que Aristóteles, pero más fiel al pensamiento platónico.

Aristóteles abandona Atenas, después de todo no era allí más que un extranjero, y se establece en Mitilene, en la isla de Lesbos, invitado por Teofrasto y por el tirano de la ciudad, ambos compañeros de la Academia. Allí comienza la investigación sobre zoología y botánica. Pero sus planes tuvieron que cambiar cuando fue reclamado por el Rey de Macedonia Filipo II para encargarse durante cuatro años de la educación del heredero del trono, el gran Alejandro. Tras este tiempo aun continuó en su país de origen, en Estagira, su ciudad natal, dos años más dedicado a la investigación..

Finalmente, vuelve a Atenas, la capital del mundo de la cultura, y funda la segunda gran institución educativa y de investigación de la antigüedad, El Liceo. La construcción del edificio se financia con dinero que le presta su amigo Alejandro quien, vencedor en países remotos, envía raras especies vegetales y animales. Se crea una gran biblioteca.

Aristóteles enseña paseando por los jardines del Liceo o por un bosquecillo cercano y por esta costumbre se les reconoce a los alumnos y profesores como “los peripatéticos”, los paseantes. También admite alumnos menos exigentes que reciben una instrucción más modesta. Estas dos actividades se distinguen con los adjetivos de esotéricas, las primeras y exotéricas las segundas.

Al Liceo dedica los últimos años de su vida. Al final, el Estagirita, sospechoso de defender ideas promacedónicas en un momento en el que políticamente se intentaba defender la independencia cada vez más problemática de Atenas, opta por abandonar la ciudad. No debió de verse muy seguro entre los atenienses cuando comentó que “no deseaba que Atenas pecara por segunda vez contra la filosofía”, recordando la injusta muerte de Sócrates. Se exilió a la ciudad de su madre, Calcis, de la isla de Eubea, donde permaneció hasta su muerte al año siguiente. Murió a los 62 años.

Puede consultarse aquí una cronología de Aristóteles. También, se adjunta el programa – guión para las clases dedicadas a este autor.

 

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